Todos hemos leído historias y listas de resoluciones de Nuevo Año y los cuentos de quedarse cortos en el proceso.. Estudios demuestran que para la tercera semana de enero, comienza a disminuir el úmpetu y se vuelve a las rutinas anteriores con un sentido de desilusión o culpa.
¿Nos hemos dado a la tarea de establecer resoluciones espirituales? Tal vez pensamos que lo espiritual no se basa en ciencia, sin embargo hay cosas sencillas que podemos hacer para desarrollar una vida espiritual más intencional y profunda. Así que en lugar de hacer una lista de resoluciones de Nuevo Año, considere redirigir su vida con un propósito nuevo para el 2022 haciendo los ajustes que compartimos a continuación.
La motivación no es suficiente
Posiblemente fracasaremos si basamos cambios solamente en estar motivados, sobre todo en nuestro desarrollo espiritual ya que envuelve relación. Una definición de una vida en santidad es que se trata de una jornada ‘perfectamente incompleta’. No hemos sido creados para hacerla por nuestra cuenta sino en compañía del Espíritu Santo. En esa relación Él nos hace perfectamente completos en sus ojos.
El Señor nos ha dado todo lo necesario para llevar una vida en santidad luego que aceptamos a Jesús como nuestro Salvador personal. El Espíritu Santo nos guía para seguir el camino a la manera de Cristo, pero nosotros tenemos que cuidar nuestra salud espiritual para escuchar y responder a Su dirección.
Desarrollar hábitos saludables de lectura de Su Palabra es clave. Considere las siguientes sugerencias para pedir y recibir dirección de parte de Dios al caminar con propósito fresco este año entrante.
Primer paso, pasos pequeños
Comienza por cultivar pensamientos positivos. No se da naturalmente. Pide a Dios que te haga consciente de tus pensamientos negativos y te ayude a cambiarlos por positivos. 2 Corintios 10:5 nos dice: “Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo”. Comienza tu día pidiendo a Dios que dirija tu mente hacia el pensamiento mejor, la reacción mejor, la opción mejor, y gravitar hacia el perdón en lugar de resentimiento.
El siguiente paso es trazar metas realizables. Perder 10 libras en una semana o cortar la cafeína de una sola vez no es realista. Igual sucede con nuestra vida espiritual. No lo decimos, pero a veces tenemos una expectativa de ser como la Madre Teresa o un Samuel Logan Brengle al terminar de la semana. para el fin de la semana. Los grandes cuadros se hacen siguiendo muchos pasos pequeños. Empieza donde te encuentres y ten gracia para contigo mismo porque eso es lo que hace Dios. Si tus metas son muy generales y/o no los suficientemente específicas, te desanimas o te abrumas prematuramente. Considera pasos pequeños para que desarrolles el hábito de estar en la presencia de Dios.
- Limita tu tiempo/uso de aparatos electrónicos para que no te robe de tiempo con el Señor y puedas concluir tu día en Su presencia, sin distracciones.
- Remueve plataformas sociales de tu teléfono para que puedas dar lugar a desarrollar una nueva disciplina espiritual.
- Escribe una declaración personal de misión simple. Considera usar una palabra que recoja tu tema personal para el año (por ejemplo: busca, simplificar, presencia, bondad). Escribe notitas en diferentes lugares de tu casa y trabajo que te recuerden ese énfasis; te ayudará a mantenerte enfocado en la guía del Espíritu Santo.
Cuando decides tartar cosas nuevas para tu plan de desarrollo espiritual, considera todas las cosas que tienes en tu plato. Añadir algo nuevo implica remover algo que no va a tono con tu nueva meta de crecimiento espiritual. Para algunos el llevar un diario espiritual es de ayuda, para otros es algo que no les atrae… Lo importante es adoptar lo que mejor supla tu intención de conectar con Dios.
Crea un ambiente para Crecimiento
Otra forma de alentar tu crecimiento espiritual es adaptar tus alrededores para facilitar buenas opciones. La preparación es clave para maximizar tu tiempo con Dios. Ten un lugar en particular para tu tiempo diario a solas con Dios. Una vez identificado, prepara ese lugar con elementos que te ayudarán a cultivar crecimiento como lo son el uso de una canasta o cajón con cosas para tu tiempo de refrigerio espiritual como Biblia, libros devocionales, marcadores, lapiceros, cuadernos, diarios, y tarjetas (para tu tiempo de intercesión por otros). Mientras más de estos elementos tengas a mano, más tiempo tendrás para estar en la presencia de Dios.
Crea un ancla
Tendrás mejores probabilidades de desarrollar un nuevo ritmo espiritual si lo anclas a algo ya establecido como parte de tu rutina diaria. Por ejemplo, orar cuando tomas una ducha, memorizar versos de la escritura mientras esperas por la cafeteria, o al conducir hacia el trabajo. Sigue el patrón de la oración de examen, oración centrada o la oración respiratoria (encuentras recursos para cada una de estas en nuestra página de SAConnects). Sigue el ejemplo del Hermano Lawrence en su libro La Práctica de la Presencia de Dios, donde destaca que cada aspecto de nuestro diario vivir puede estimular a hablar el nombre del Señor.
Sustitución
Examina tus ritmos diarios – esas cosas que te roban tiempo. No tienen que ser negativas, pero son actividades que evitan que te concentres en lo que tienes que desarrollar para tu salud espiritual. Puede ser sacar un tiempo en bloque que dedicas a pasar en plataformas sociales o viendo televisión. Te sorprenderá el ver todo el tiempo que ‘surge’ para estar a solas con Dios cuando incorporas algunos de estos cambios. Tiempo suficiente para conectar con el Espíritu Santo.
Ruth Haley Barton dice: “Entramos en un tiempo de silencio y sosiego a partir de nuestro deseo por Dios, y se convierte en un lugar para ser a la par de nuestro deseo en la presencia de Dios. Aun cuando experimentemos cierta resistencia (lo que es normal, sobre todo al principio), cuando el deseo es lo suficientemente profundo para vencer nuestra resistencia, estamos camino a (la transformación).
Responsabilizarse es Esencial
El ritmo de este mundo y el avance de la tecnología está causando cada vez menos contacto con los demás. Aunque esto funciona para la banca y hacer compras, no se pueden tomar atajos para desarrollar relaciones interpersonales de confianza.
El tener a alguien con quien puedas evaluarte, te ayudará en tu formación espiritual. Para algunos puede ser tan específico como un director espiritual. Para otros, puede ser reunirse con otro creyente dispuesto a acompañarte en tu jornada espiritual. Lo importante es que encuentres a esa persona con la que puedas hacerte responsable para recordarte tu compromiso, para animarte, o para celebrar contigo cuando veas progreso.
Balance es la clave
Lo que debes evaluar constantemente es tu rol y el rol de Dios en establecer un nuevo ritmo para tu formación espiritual. Ciertamente, Dios inspira, dirige y nos llena con el Espíritu Santo para que crezcamos en nuestra relación con Él, pero nosotros jugamos un papel importante. Como explica el apóstol Pablo en Filipenses 2:12-13:
“Así que, mis queridos hermanos, como han obedecido siempre —no solo en mi presencia, sino mucho más ahora en mi ausencia— lleven a cabo su salvación con temor y temblor, 13 pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad”.
Dios ha plantado una semilla en ti para que vayas más allá en tu relación con Él este año. Esperamos que algunas de la sugerencias compartidas te estimulen a hacerlo. Así que cómo será tu propósito fresco para el 2022?
Accesa aquí un enlace para ayudarte a identificar como mejor conectas con Dios.