MATEO 27:62-66 (NVI)
Al día siguiente, después del día de la preparación, los jefes de los sacerdotes y los fariseos se presentaron ante Pilato. Señor, le dijeron, nosotros recordamos que mientras ese engañador aún vivía, dijo: “A los tres días resucitaré”. Por eso, ordene usted que se selle el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos, se roben el cuerpo y le digan al pueblo que ha resucitado. Ese último engaño sería peor que el primero.
Llévense una guardia de soldados les ordenó Pilato, y vayan a asegurar el sepulcro lo mejor que puedan. Así que ellos fueron, cerraron el sepulcro con una piedra, y lo sellaron; y dejaron puesta la guardia.
NO IGNORE EL SÁBADO
La obra se hizo. Se extrajeron los clavos de la madera y de la carne, y el cuerpo sin vida de Cristo fue bajado de la cruz. Un discípulo secreto, José de Arimatea, cedió una tumba vacía para albergar un cuerpo humano. Las palabras pronunciadas por Cristo “Todo se ha cumplido” se hicieron realidad para nuestra salvación, pero tenía unos últimos detalles que atender antes del Domingo de Resurrección. El poder de Cristo estaba seguro en el cielo. Su sacrificio estableció que el poder en la tierra y los poderes de la muerte y el infierno tenían que rendirse ante Él.
“El que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del infierno”. Apocalipsis 1:18 (NVI)
El sábado entre la crucifixión y la resurrección de Cristo puede parecer silencioso, pero Cristo estaba obrando en maneras que no podíamos ver. Esto es un recordatorio de que Él siempre está obrando en nuestras vidas, aun cuando no lo parezca.
“Sendas Dios hará
dónde piensas que no hay.
Él obra en maneras que
no podemos entender.
Él me guiará, a su lado estaré.
Amor y fuerza me dará.
Un camino hará
dónde no lo hay”.
Sendas Dios hará de Don Moen
REFLEXIÓN
¿Qué emociones le hace evocar la frase “él obra en maneras que no podemos ver”? ¿Hay alguna preocupación que lleve en oración y deba entregársela totalmente al cuidado de Dios? Con las manos abiertas, haga esta oración de renuncia:
ORACIÓN
Señor, no hay nada en mi vida que no puedas manejar. Te doy el control. Ayúdame a no retomar lo que te doy hoy. Sé que estás obrando, aun cuando no puedo verlo. Amén.